martes, 28 de julio de 2009

Reconocimiento internacional no legitimiza a un gobierno

Nicaragua Hoy
28 de julio de 2009


"El reconocimiento internacional es solo político-diplomático y no legitimiza, lo que legitimiza es su derecho interno, su Poder Judicial y el pueblo de Honduras en este caso lo ha hecho...", dice José Venancio Berrios, abogado nicaragüense


Licenciada Maria Antonia de Fuentes
Directora Ejecutiva
Diario La Prensa
San Pedro Zula, Honduras

Estimada Licenciada Fuentes:

Como Nicaragüense, como Abogado, Presidente de la Organización ProVoto y Miembro del Consejo Nacional de Organizaciones Civiles de Nicaragua CNOC, le escribo para enérgicamente denunciar y condenar la actitud y conducta del ciudadano Hondureño y depuesto presidente José Manuel Zelaya Rosales, de generales conocidas, por el uso indebido de nuestro territorio tratando de organizar e insubordinar al pueblo de Honduras.

Diversas organizaciones Nicaragüenses nos hemos pronunciado en contra de esta postura imprudente del señor Zelaya Rosales. No podemos quedarnos inertes cuando nuestro gobierno y el señor Zelaya pretenden provocar al gobierno constitucional At Jure de Honduras, al Presidente Roberto Micheletti, a los Poderes del Estado legítimamente constituidos, a la Institución Castrense, a la Iglesia y al pueblo Hondureño que quiere paz y tranquilidad.

Quede constancia para la historia, que la gran mayoría del pueblo Nicaragüense no es la que avala las actitudes de José Manuel Zelaya Rosales, que es el gobierno de Daniel Ortega el que las apoya, y lo hace con aquella intención oscura que se viene gestando irresponsablemente desde el Sur de nuestro Continente pasando por Venezuela, Bolivia, Ecuador y nuestro país, al promover la cimentación odiosa de “dictadores constitucionales” que al amparo de la democracia son legítimamente electos pero que desde allí, mancillan y quieren destruir a la misma democracia. Para suerte de todos en nuestras latitudes, esta gestión aberrada producto también del fracaso de los modelos económicos que tratan de imponer, se paró en Honduras. La detuvieron los Hondureños.

A medida que salgan a luz los hechos reales que provocaron la sustitución del ex-presidente Zelaya Rosales, la situación “sui generis” Hondureña será conocida como tal, será tema de debate en universidades, academias, entre politólogos, diplomáticos y la comunidad internacional, porque es la primera vez después de la guerra fría que conforme a un derecho interno se sustituye a un presidente electo democráticamente para rescatar el estado de derecho.

Esa comunidad internacional que en un comienzo piensa diferente tendrá muy pronto que reconocer al gobierno actual de Honduras, lo llamen como lo llamen, pero la realidad es que se encuentra en uso efectivo del poder, y eso es gobierno. El reconocimiento internacional es solo político-diplomático y no legitimiza, lo que legitimiza es su derecho interno, su Poder Judicial y el pueblo de Honduras en este caso lo ha hecho, ha quedado establecido que el gobierno de Honduras lo encabeza el Presidente Micheletti.

El proceso democrático de Honduras debe de seguir su camino y así lo probarán las próximas elecciones de finales de año, donde una vez mas las Hondureñas y los Hondureños podrán elegir al Mandatario y autoridades que quieren los gobiernen.

Con mi atento saludo,


José Venancio Berríos O.

La conexión latina de la Casa Blanca por Mary Anastasia O'Grady

Mary O´Grady
The Wall Street Journal

El ex-presidente de Honduras, Manuel Zelaya regresó a su país el viernes, viajando en una todoterreno desde Nicaragua a un pequeño pueblo fronterizo. Esta fue la primera vez que regresaba a Honduras desde que fue arrestado el 28 de junio y deportado por los militares por violar la constitución.

Zelaya parecía un poco desilusionado de que su teatral retorno no hubiera provocado un tiroteo. Unas pocas horas después regresó a Nicaragua, en donde el presidente sandinista Daniel Ortega le ha brindado refugio.

Si Zelaya sigue así, la crisis podría extenderse mucho más. Pero sin importar como se resuelva esta contienda de poderes, probablemente será recordada como el momento que definió la política estadounidense hacia Latinoamérica bajo Barack Obama.

Zelaya tenía los medios, el motivo y la oportunidad para destruir las instituciones democráticas del país y estaba tomando medidas para hacerlo. De haber tenido éxito habría consolidado su poder en la misma forma en que lo hizo el presidente de Venezuela Hugo Chávez y habría transformado al país en un estado policial. La insistencia de Obama de que Zelaya sea devuelto al poder ha fortalecido la imagen de un Tío Sam arrogante y condescendiente desconectado de la realidad de la región.
Los hondureños podrían ser más abiertos a una cátedra sobre la democracia de Obama si Estados Unidos mostrara más interés en desafiar a Chávez y sus aliados antidemocráticos o si entendiera el peligro que representan. En vez de eso, desde que asumió la presidencia en enero, el mandatario estadounidense se ha acercado a los malos dirigentes de la región, sólo para quedar en vergüenza posteriormente al revelarse que sus nuevos "amigos" en realidad son enemigos de la paz y la libertad.

Esta locura comenzó con la Cumbre de las Americas, llevada a cabo en abril en Trinidad, cuando Obama prácticamente saludó a Chávez como si fueran almas gemelas que hace tiempo no se veían. La respuesta del gobierno fue que la tensión en la región fue causada por George W. Bush. El encantador Obama cambiaría todo eso y a partir de entonces la influencia de EE.UU. volvería a hacerse sentir. Chávez no recibió el memorando.

El 19 de julio, el Washington Post informó que un nuevo reporte de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental encontró que "la corrupción en los altos niveles del gobierno del presidente Hugo Chávez y la ayuda estatal a las guerrillas narcotraficantes colombianas han convertido a Venezuela en uno de los principales trampolines para la cocaína con destino a EE.UU. y Europa". Ahora, Chávez dice que derrocará al gobierno hondureño.

A principios de junio, Obama llamó al presidente de Ecuador, Rafael Correa, para felicitarlo por su reciente reelección y, según un portavoz de la Casa Blanca, "expresar su deseo de profundizar nuestra relación bilateral y mantener un diálogo constante que pueda asegurar una relación basada en el respeto mutuo". Esto de nuevo hizo ver a Obama como alguien mal informado, ya que la falta de respeto que muestra Correa ante los intereses estadounidenses es legendaria.
El 22 de junio, reporté en esta misma columna que la inteligencia militar de Colombia tenía evidencia de que el gobierno de Correa apoya las FARC, el grupo guerrillero colombiano. Un furioso Correa saltó en frente de las cámaras de televisión para emitir una amenaza a The Wall Street Journal. "Estamos hartos de sus mentiras", advirtió.

Él no podría haber previsto que días después la agencia de noticias Associated Press emitiría un video de un líder rebelde leyendo una carta del fallecido líder de las FARC sobre documentos "comprometedores" que muestran el apoyo financiero de las FARC a la campaña presidencial de Correa en 2006 y "acuerdos" con emisarios de Correa. En el reporte de esta noticia, el diario español El País escribió que "varios correos electrónicos de los ordenadores de [el cabecilla de las FARC] Raúl Reyes dan cuenta de la entrega de US$100.000 al equipo de campaña de Correa. La novedad, ahora, es que un alto dirigente de la propia guerrilla admite verbalmente tal aportación". Correa niega las conexiones con las FARC y dice que esto es un "montaje". No se sabe aún si planea demandar a todos los demás periódicos que posteriormente informaron la noticia.

Luego de establecer que hacer las paces con los causa problemas de la región es una de sus prioridades, Obama ahora desea que Zelaya, quien fue respaldado oficialmente por las FARC la semana pasada, sea devuelto a su cargo. Si Honduras no cumple con ello, EE.UU. ha amenazado con congelar activos y revocar las visas de los funcionarios del gobierno interino.
Algunos observadores en Washington creen que esta extraña postura se debe al hecho de que Obama dependa profundamente del consejero para la Casa Blanca Gregory Craig para los asuntos latinoamericanos.

Craig era el abogado de Fidel Castro —quiero decir Juan Miguel González— durante la repatriación a Cuba del niño de 7 años Elian González en 2000 por parte de Bill Clinton. A lo largo de la campaña presidencial, cuándo él estaba asesorando a Obama, el izquierdista Council on Hemispheric Affairs lo respaldó diciendo que era "el hombre correcto para revivir las profundamente defectuosas relaciones entre EE.UU. y América Latina". En Otras palabras, darle un giro a la política hacia la izquierda.

Hay mucha especulación sobre si Obama está diseñando políticas en base a los "conocimientos" de Craig. No es muy difícil de creer. De hecho, si todas las políticas están siendo dirigidas fuera de la Casa Blanca, como muchos observadores argumentan, entonces las perspectivas del Consejo de la Casa Blanca podrían explicar mucho.

Las marchas de Mel Zelaya: Lo ridículo llevado a su máxima expresión

Por Jorge J. Cuadra V.

“Tengo 27 días de no ver a mi familia, tengo derecho de ver a mis hijos, a mi esposa, como me lo puede negar esta dictadura,” dice con voz de plañidera el aprendiz de conductor de pueblos, Manuel Zelaya.

Nelson Mandela estuvo separado de sus hijos, de su esposa, recluido en una mazmorra de la peor dictadura racista que ha conocido el mundo, el Apartheid, durante 27 años y a su salida lo estaba esperando la presidencia de África del Sur, con poderes absolutos para instaurar la violencia y vitalicios para inaugurar una dinastía, si él así lo hubiera deseado, pero cumplió su período e implantó la paz.

Un año por un día es la diferencia entre el gigante africano y el pigmeo hondureño y sin embargo, el primero jamás se quejó y llegó por aclamación unánime a la presidencia de su país, mientras que el segundo vive llorando y por eso está fuera de ella por aplastante unanimidad. A Zelaya le gusta robar cámara, demostrando así su congénita cobardía al pisar suelo hondureño sin pasar más allá de las doce pulgadas que es lo que mide un pie, espacio que aprovecha para llamar a la violencia callejera y a la anarquía nacional.

Si tanto es el deseo de ver a su familia, que se interne de una vez en el suelo que tanto dice amar y así les evita, incluida su madre, el riesgo de atravesar territorios que están al borde del caos por culpa de su falta de valentía para afrontar con fortaleza a los que él llama golpistas. En lugar de hacer el show de todos los días en la guarda raya de la frontera para después irse a dar la gran vida en un hotel de Ocotal, que se entregue a las autoridades para que el pueblo vea que por lo menos se expone a estar en una cárcel del gobierno para recuperar la presidencia que según él el pueblo entero quiere que se la devuelvan. Allí puede ver a sus hijos, nietos, esposa y madre en la comodidad de una sala para presos especiales, pero este pigmeo de la corte del nuevo césar americano, Hugo Chávez, ni siquiera tiene arrestos para ser arrestado y automáticamente convertido en mártir del gobierno Micheletti. Lo que le gusta al cowboy hondureño es ir al volante de su elegante jeep y para darle más colorido a su marcha carnavalesca se hace acompañar por el rambo nicaragüense, el desteñido y marchito comandante cero que ya no tiene quien le escriba, que le ha prometido que mientras esté a su lado, no le puede pasar nada malo, sin acordarse que cero ya es cero y quedó de apologista del comandante Ortega, para poder dragar el río San Juan, para que en un futuro los ticos lo puedan navegar.

Manuel Zelaya es la vergüenza del partido liberal de Honduras, repudiado desde el más allá por los iconos liberales Ramón Villeda Morales y Modesto Rodas Alvarado, llamado el tigre del liberalismo, que por cierto, es el padre de Patricia Rodas Baca, ex canciller del ex presidente Zelaya, a quien acompaña y apoya hasta el fondo del abismo con una lealtad que va más allá del partidarismo político.

Pero como en todo hay su parte positiva, lo positivo de este sainete cargado de intriga, es que sirvió para desenmascarar las bravuconadas de Chávez, la docilidad de Ortega, la inutilidad de la OEA, la doble moral de Insulza, el oportunismo del cura Descoto, las ambiciones de Arias por hacer otro viaje remunerado a Estocolmo y la hipocresía de todas las naciones, con los Estados Unidos a la cabeza, que conforman la Organización de Estados Americanos, que intentaron, sin éxito porque Castro no quiso, reincorporar a Cuba, la dictadura más larga y sangrienta del mundo y expulsaron a Honduras, la defensora más valiente de la democracia y de la constitucionalidad en América.

Manuel Zelaya, autorizado irresponsablemente por el presidente Ortega, está llamando a la rebelión armada para poder reinstalarse en el sillón presidencial. No importa si lo hiciera desde algún lugar de la tierra de Lempira, pero lo hace desde la ciudad de Ocotal, involucrándonos en un conflicto en el que no tenemos parte.

Las autoridades de Ocotal, junto a la mayoría de sus habitantes, están exigiendo la salida inmediata de Zelaya del territorio nacional. También la Asamblea Nacional le está pidiendo que abandone Nicaragua y si no lo hace, esperamos que sea el Ejército Nacional, investido con los poderes que le da la Constitución, el que lo haga a culata moderada y lo ponga en su tierra para encontrarse con el destino que él mismo se labró.

La conspiración del neo-marxismo nace en la tierra de Simón Bolívar, pasa por la tierra de José Dolores Estrada, pero Francisco Morazán le puso un alto en su tierra que puede significar la terminación del complot para imponer la esclavitud del siglo XXI, que desde la Patagonia hasta el río Bravo, el psicópata de Hugo Chávez nos quiere imponer.

Y el mundo tropezó con Honduras

Juan M. Dabdoub Giacoman
26 de Julio de 2009
Monterrey, N. L.; México.

Y el mundo tropezó con Honduras

Los soñadores demócratas del mundo, género muy distinto de los idealistas, han topado con Honduras y están perdiendo la razón (al menos eso parece); pues han sido sorprendidos por la gente grande de ese pequeño País; y han desatado una incomprensible vorágine del absurdo contra las decisiones soberanas de los hondureños.

Los ciudadanos de este país centroamericano todavía no dimensionan la trascendencia de sus actos; pues no se han dado cuenta de que en sus manos está el futuro del respeto a la dignidad y a la soberanía de todos los pequeños pueblos de la tierra.
El futuro de las relaciones internacionales tendrá que ser visto a la luz (o las sombras) que deje la solución del problema hondureño; complicado al extremo por el irracional comportamiento de los grandes actores políticos y mediáticos del entorno mundial.
Para comprender la realidad del caso de Honduras hay que analizar sus cuatro facetas de manera conjunta y así poder emitir un juicio correcto:
? El origen del problema: el fondo
? El manejo del problema: la forma
? La reacción internacional
? Las opciones de solución.
El origen del problema: el fondo
El destituido ex presidente (como debe ser llamado) Manuel Zelaya fue elegido como un presidente conservador, que a mitad de camino cambió de bando (traicionando a quienes habían votado por él) y se convirtió en un populista redentor, ilusionado con emular al adorador de Fidel Castro, Hugo Chávez de Venezuela y sus incondicionales seguidores Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua.
Pero, Zelaya olvidó que los hondureños son de otra casta; los creyó tontos y cobardes y por eso hoy paga el precio de su soberbia. Le gustó la idea de sus compadres del sur y quiso alargar su estancia en la presidencia.
Pero, la Constitución hondureña prohíbe la reelección y la quiso cambiar realizando un referéndum.
Pero, la Constitución hondureña establece que solo el Congreso de la República puede convocar a un referéndum; y el Congreso se negó a realizarlo. Y aún así lo quiso celebrar.Pero, el Tribunal Supremo Electoral rechazó el referéndum; el cual, en todo caso, él era la única autoridad competente para implementarlo. Entonces Zelaya, ordenó a la Fuerzas Armadas tomar el control del ilegal proceso de consulta.
Pero, las Fuerzas Armadas le advirtieron que ellos tenían la obligación de obedecer, primero, a la Constitución y después al presidente; por lo que rechazaron la orden por inconstitucional. Por lo tanto, Zelaya decidió destituir al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Romeo Vásquez.Pero, la Corte Suprema de la Nación declaró ilegal el despido y ordenó la restitución del general Vásquez. Zelaya desconoció la orden del Corte Suprema y en un acto irresponsable y temerario, lideró una turba de seguidores e invadió las instalaciones militares de la Fuerza Aérea, donde estaban resguardadas las urnas de la consulta ilegalizada por todas las autoridades del país.
Pero, los Militares (así, con mayúscula) hicieron gala de prudencia y dejaron a la turbamulta saquear sus instalaciones; evitando con ello el derramamiento de sangre provocado por Zelaya. Pero Zelaya seguía con sus planes y el conteo de los votos lo realizaría una compañía contratada por el mismo presidente(juez y parte… ¡excelente!)
Pero además, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Ombudsman) sumó su opinión a las ya expresadas, declarando que el referéndum era inconstitucional. Que Zelaya, obviamente, despreció.
Pero, el Congreso, a través de una comisión multipartidaria (incluido el partido de Zelaya), había iniciado ya una investigación al presidente; la cual concluyó, que éste había violado las leyes y pidió al Parlamento que declarara a Zelaya incompetente y le iniciara un proceso legal.
Y bien, creo que ya son suficientes peros para cualquier ciudadano de cualquier país, y más para un presidente de cualquier nación.
Y como epílogo de esta primera parte, lea usted el artículo 239 de la Constitución de Honduras:“El ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser Presidente o Designado. El que quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente, cesarán de inmediato en el desempeño de sus respectivos cargos y quedarán inhabilitados por diez años para el ejercicio de toda función pública”
Esto significa que, constitucionalmente, al momento de ser detenido por el ejército en su residencia, Manuel Zelaya ya no era presidente de la República de Honduras; sino un ciudadano cualquiera.
Señores, ¿así o más claro?
El manejo del problema: la forma
Sacar a un ciudadano de su casa en pijamas a las 5 de la mañana, aun y con una orden judicial, no son maneras; y menos cuando el señor cree que todavía es el Presidente de la República.
Pero en todo caso, como dijera el maestro Antonio Burgos desde España, el pecado de los militares hondureños es más de estética que de ética.
Donde al parecer sí hubo una violación más grave a las leyes hondureñas fue cuando el ex presidente fue sacado del País y enviado a Costa Rica (…todavía en pijamas); y Usted se preguntará: ¿más grave que, qué…?
¿Qué toda la serie de violaciones previas a la constitución realizadas por Zelaya?
Qué por qué intervino el ejército en su detención. ¿Cuál habría sido la diferencia si lo detiene la policía? Es pregunta…
El fundamento jurídico de la destitución de Zelaya está plenamente comprobado.
Por otra parte, podemos dudar de que los procedimientos seguidos para destituir a Zelaya hayan sido o no los correctos; pero de lo que podemos estar completamente seguros es de lo positivo del espíritu que motivó dichas acciones.
¿O es que había tiempo para la ortodoxia judicial después de la experiencia vivida días antes con la toma violenta por parte de Zelaya y su gente de las instalaciones militares de la Fuerza Aérea hondureña?
¿Era prudente poner en riesgo la vida de aunque sea un hondureño, deteniendo al ex presidente en tierras catrachas para que sus seguidores trataran de rescatarlo violentamente? (…incluido su padrino Hugo Chávez)
Podríamos decir que es de cobardes atacar a alguien por la espalda, pero si Usted sorprende a un tipo tratando de violar a su hija, ¿buscaría ponerse de frente antes de detener el ataque?
Lo interesante de todo este episodio es que ha sido la base de la manipulación informática manejada por muchos gobiernos y medios de comunicación.
Al grito desaforado de ¡Golpe de estado… todos contra Honduras! Los ambiciosos paladines de la democracia mundial, que buscan colgarse una medalla a costa de los hondureños; han armado un tango tan ridículo que no soporta ningún debate serio ante la opinión pública.
Si Usted cree que esto es un reto, lo es; y me ofrezco de voluntario, proponiendo de contraparte a la maestra de la manipulación, Carmen Aristegui y a todo el equipo de des-informadores de CNN en Español que quieran llevar (o como le llaman en Honduras, el “Chávez News Network”)
La síntesis para esta segunda parte seria que los maestros de la manipulación democrática han elegido centrarse en la forma y menospreciar el fondo del problema hondureño.
Están más preocupados por la pijamas de Zelaya, de porque fueron los soldados y no la policía la que lo sacó de su casa y de porqué lo mandaron a Costa Rica; preocupaciones que rayan en el grado de la estupidez frente a las graves violaciones constitucionales de Zelaya y de los graves riesgos de haber actuado de forma diferente.
Coloquialmente hablando, han decidido comerse la cascara y tirar la banana.

La reacción internacional
El conflicto del pueblo hondureño tiene más trascendencia de lo que se cree; cuando el problema soberano de una nación se convierte en el quehacer diario de cualquier presidente o líder de opinión de otra nación u organismo internacional, el mundo está en graves problemas.
“No es la primera, ni será la última vez, en que toda una cadena de desinformación y de presiones políticas y económicas cae injustamente sobre un pueblo que no quiere pasar a ser esclavo de una tiranía. Lo que mundialmente se hace contra Honduras parece una pesadilla” Luis Fernández Cuervo – Arvo.NET
Cuando todavía escucho a políticos y medios de comunicación decir que “Zelaya fue derrocado por los militares…” o “…del Golpe de Estado ocurrido en Honduras”; me embarga una profunda curiosidad científica para someterlos a un examen psiquiátrico o a la prueba del “Polígrafo o Detector de Mentiras” buscando entender el proceso mental que los lleva a mantenerse en el ridículo de esta mentira.
Y este es el gran peligro para la humanidad que ha desvelado Honduras: demasiados grandes actores de la política internacional y de la opinión pública han fallado gravemente, sin consecuencias para ellos, en su deber ético de conocer y apoyar la verdad.
Violaron, incluso, de manera absurda, el principio más básico de la justicia: el derecho de audiencia del “acusado”; despreocupados por la búsqueda de la verdad, de forma patética, vimos como gran cantidad de presidentes y organismos internacionales se lanzaban apresurados a sumar sus gargantas embravecidas a la acusación sin haber escuchado a las dos partes: Honduras y los hondureños: Culpables; el chavista Manuel Zelaya: Inocente.
No debemos de extrañarnos, es el ejemplo que ha venido dando la O.N.U., la institución más antidemocrática de nuestro mundo; ya que la humanidad entera pude ponerse de acuerdo en algún aspecto, pero basta que alguno de los cinco países con derecho a veto lo ejerza para que el reto del planeta se fastidie.
Pero en el caso hondureño, la OEA y su Secretario General, José Miguel Insulza, son excelentes ejemplares de esta amenaza a la soberanía de las naciones, las débiles por supuesto, que somos la mayoria:
? Lo primero que debió haber hecho la OEA es no tomar partido de antemano en el pleito; teniendo, además, bien claro, que la legitimidad democrática de un País se asienta en los tres poderes del Estado y no en las masas de la calle.
? Pero Insulza es un incongruente socialista recalcitrante (no es insulto, es una descripción objetiva, ya verá Usted…) que en 2007, en el Foro de la Nueva Economía celebrado en España, mostrando su admiración por Fidel Castro, afirmó sin sonrojarse, que el régimen cubano es legitimo y calificó de error tratar de imponer soluciones democráticas a Cuba… ¿Ahora, me entiende Usted?
? La incongruencia de la OEA es inverosímil; en mayo invita a una dictadura militar que lleva 50 años en el poder (CUBA) a integrase a ese organismo internacional; y en junio suspende a un país democrático con todas sus instituciones gubernamentales, políticas, sociales y religiosas vigentes y operando libremente (HONDURAS).
¿Es que se han vuelto todos locos? Como decíamos antes “Paren el mundo que me quiero bajar”
? Pero esta incongruencia no es exclusiva de la OEA, los locos andan sueltos por el mundo y eso es lo grave de este asunto: la comunidad internacional se ensaña con Honduras, frente a un problema interno carente de violencia; pero no ha respondido así, ni por mucho, ante casos recientes mucho más graves como:
a) La invasión de Rusia a Georgia, habiéndola partido en tres, al reconocer la independencia de dos de sus provincias: Abjasia y a Osetia del Sur.
b) La amenaza de Corea del Norte a la paz internacional, pues ha continuado lanzando misiles de corto y largo alcance; los más recientes en el Mar de Japón.
c) La negativa de Irán de suspender su plan nuclear o de permitir su supervisión internacional; o el reciente problema surgido de sus elecciones presidenciales, donde muchos acusan de un “golpe de estado” a través del fraude electoral y la violenta represión que ya tiene a mas de dos millares de personas en la cárcel.
d) La matanza de decenas de musulmanes Uigures en China; incluyendo mujeres y niños
¿Es incongruencia o cobardía disfrazada de prudencia?
? Álvaro Vargas Llosa, decía hace unos días, y decía bien: “La Organización de Estados Americanos, conducida por José Miguel Insulza, de quien me precio de ser amigo, ha actuado como un verdadero perro faldero de Venezuela”.
? La actuación de la OEA (José Miguel Insulza) en el caso hondureño ha sido claramente injusta y prepotente; al inicio de la crisis, Insulza fue a Honduras no dialogar, sino a dar un descarado e ilegal “ultimátum” al nuevo gobierno legalmente constituido. Un periodista mexicano enviado a Honduras, reportó que durante esta visita “evitó contactos con el Gobierno de facto en las poco más de 10 horas que estuvo aquí, aunque sí se entrevistó con dirigentes políticos y la resistencia zelayista”
? La incompetencia de Insulza fue la que hizo que la comunidad internacional tuviera que recurrir a los buenos oficios del Presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la paz, Oscar Arias como mediador en la crisis.
? Este comportamiento de la OEA la acerca más a un tribunal, que a lo que en realidad es: un órgano político internacional.
? Pero además, al intervenir en los asuntos internos de un país, deja de ser un organismo internacional, para convertirse en un órgano supranacional, que está por encima de la soberanía de cualquier país y esto es mucho más grave que todo lo hecho por Manuel Zelaya; y sienta un peligrosísimo precedente para la comunidad internacional, principalmente, los países más débiles.
Y este último punto es el que más relevancia le da al problema hondureño; pues si las sanciones hacia Honduras permanecen, se estará legitimando la intervención de cualquier órgano internacional - - o de cualquier país, ¿por qué no? - - en las decisiones internas legitimas de cualquier país.
Esto es la antítesis de la ética: la verdad por consenso.
Las opciones de solución.
Solo existen dos opciones, con algunas variantes, pero solo dos opciones:
A. Se le permite a Manuel Zelaya regresar al poder; o
B. Se mantiene al actual gobierno sustituto de Roberto Micheletti hasta las nuevas elecciones de noviembre 2009 y la toma de poder del nuevo gobierno en febrero de 2010
Esta gran decisión la puede resolver un niño de primaria, pero la solución les está vedada a los sabios presidentes de algunos países y secretarios de algunos organismos internacionales. Haga usted la prueba…
OPCIÓN “A”: Se le permite a Manuel Zelaya regresar al poder.
Condiciones del entorno de Manuel Zelaya:
? El Congreso de la República: Lo rechaza
? La Suprema Corte de Justicia: Lo rechaza
? El Fiscal General de la Nación: Lo rechaza
? Las Fuerzas Armadas: Lo rechaza
? El Tribunal Supremo Electoral: Lo rechaza
? La jerarquía de la Iglesia Católica hondureña: Lo rechaza
? El Consejo de las Iglesias Evangélicas de Honduras: Lo rechaza
? La Iniciativa Privada: Lo rechaza
? El Comisionado Nacional de Derechos Humanos: Lo rechaza
? Su partido político, el Partido Liberal: Lo rechaza
? Los hondureños: Lo rechazan
(El nivel de aprobación de la población al gobierno de Zelaya, antes de estos sucesos, era de solo el 30% --- revista “The Economist” ---)

OPCIÓN “B”: ¿Requiere Usted alguna otra información………..?

Finalmente, espero que el “teatro” del regreso de Manuel Zelaya a territorio hondureño desde Nicaragua, una pantomima de carácter mediático (la cual a sido considerada como “imprudente” por la Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton), sirva para que se conozca mejor la personalidad de quien empezó rodeado de presidentes y ahora ni Daniel Ortega lo acompaña; y anda montando campamentos con el ex líder guerrillero Edén Pastora.
Interesante: En Honduras, todas las instituciones gubernamentales, políticas, empresariales, militares y religiosas rechazan a Zelaya; pero la mayoría de las instituciones internacionales lo respaldan. ¿Quién tendrá la razón en el problema de los hondureños?